Todos queremos vivir unas determinadas situaciones, alcanzar unas determinadas metas y… En fin, ser felices, que es lo que cuenta. Por eso, a menudo y desde que éramos niños, soñamos con perfecto detalle con esos deseos: nos vemos con una persona a la que amar y por la que ser amado, nos vemos en un trabajo en el que disfrutamos y podemos realizarnos, nos vemos llevando a cabo viajes, o dándonos el gusto de tener este o aquel capricho, etc. Pero entonces, tras ese tiempo invertido en recrearnos con lo que nos gustaría, nos creemos tontos y decidimos volver a la realidad. ¡Craso error! ¿No sabes que ESA es tu realidad? Al menos durante unos momentos, y hasta que tú y sólo tú cambias el rumbo.
Aquí es dónde entra la técnica de la que quiero hablar hoy y que ya hemos tratado de una u otra forma con anterioridad: la técnica del actuar, sentir…»como si». Sigue leyendo